Domingo 14 de Febrero
Firenze, 6 am. Una persona camina hacia la estación central. Se la ve demacrada, como si no hubiese dormido en toda la noche, como si tuviese un carga encima mucho más pesada que su mochila. Como si se dirigiese a un patíbulo. Como si algo adentro suyo se hubiese apagado. Esa persona era yo. Autómata, caminando para tomarme el colectivo a Pisa, lamentando no haberme despedido del amigo del hostel, lamentando el hecho de tener que volver a Argentina.
Llegué a la estación de Colectivos y ahí pregunté por el Bus que me iba a llevar al aeropuerto de Pisa. Y el de lla caja me respondió con un gesto a lo "y yo que carajo sé", típico Italiano.
El pánico se apoderó de mi y por nos breves minutos no supe que hacer, millones de cosas se me cruzaron e nla cabeza en ese momento, incluso pensé en quedarme, en perder el vuelo a propósito.
No sé como, la verdad no lo se, pero terminé en un bar que estaba abierto, y ahí vi que vendian los pasaje para los colectivo a Pisa. Mas culo que otra cosa. Esperé un attimo y el bondi llegó. Me subí y me morí noqueado del sueño. Me desperté cuando ya habíamos llegado a Pisa. Y así, sin pensarlo, como si nada, hice el check in, desayuné y me fui al preembarque. Me acuerdo de estar esperando un ontón de tiempo hasta poder subir al avión. El asiento me acuerdo que era cómodo. Las azafatas, altísimas y hermosas. Y no me acuerdo de nada más porque me dormí. Me dormí mucho. Y me desperté mientras aterrizabamos en Eindhoven. El momento en el que el avión tocó la tierra, me sentí en casa. Pero cuál es mi casa? Bahia? Bs As? Eindhoven? Dios que mambo. Bajé del avión temiendo migraciones y con todos los papeles listos. Y nada. LLeno de tanos que se iban para Amsterdam, lleno de Holandeses que llegaban a casa. Me tomé el super colectivo bizarro que te llevaba del aeropuerto a la estación de trenes (que se llenó a lo152 en hora pico) .
El puto colectivo revivió todos los lugares importantes o por donde pasaba siempre para ir a la facultad: Bredalaan, mi calle, El Estadio, El centro, el Piazza. TODO! Y todo cubierto en nieve, blanco, triste, o al menos así lo vi yo. Llegué a la estación, y, como si nada, empecé a caminar hacia lo de Lucas/Murat. Todo blanco, y Eindhoven vestida de Carnaval. Llegué a lo de Lucas y lo llamé a Willie, quien tenía llave.
Y por última vez, preparé el Bolso. Las dos valijas, listas para viajar, las dos listas para volver.
Me fui a almorzar a lo de Willie, re tranquilo. Y de ahí directo para el centro, a recorrer y sacar unas fotos y a despedirme.
De más está decir, que hice una última parada en el Pink. Y ahí, solo, sentando en un rincón y con el i pod al mango, me fumé mi último porro en Holanda.
Salí del CS y me fui a recorrer Eindhoven. Era carnaval, y la ciudad estaba de fiesta. Típica Dutch, miles de personas disfrazadas con las cosas mas locas, miles de personas de todas las edades borrachas corriendo por la calle y yo, con mi camara sacandole fotos a todoooo, tratando de capturar mis ultimos momentos en Europa. Di muchas y muchas vueltas, me caminé la Stratum, el centro, la estación, El Effenaar, todo. Vagué todo el día y a la tarde volví para lo de Lucas, a pata.
A las 10 de la noche llegaron los chicos de Maastricht, y yo me los fui a encontrar a la estación. Todos disfrazados me abrazaron, gritaron, hasta algunos se emocionaron. Lleno de besos de las suecas, manotazos de Josete, abrazos de Ximo, risas de Mega, me di cuenta de que no había llevado las valijas. Me despedí de algunos, y así nomás, como quisiendolo hacer lo más rápido posible, lo más ndoloro.
Fui hasta lode Lucas, busqué las valijas y llamé a un Taxi. El Taxi no llegaba, yo me sentí en el Hornoo, con ganas de irme YA, de que se acabe de una vez por todas. EL taxi fue la cosa mas Dutch y bizarra, tenía que ser así. Una furgoneta toda amarilla manejada por un viejito que me daba mucha charla. Yo, explicandole mi vida en un viaje de 5 minutos, y él ,sonriente escuchandome. Fue el único que me deseó suerte en mi vida en Argentina. Tan raro, hasta del taxista me despedí.
En la estación me estaban esperando Yoli, Eva, Antonio, Ximo, Guillem, Josete, Mega, Santi amigo de manu, Manu y Lucas. Todos disfrazados haciendo los típicos comentario nerviosos y de compromiso de última hora. Ximo ofreciéndos a ir a Amsterdam a despedirme...
Último pucho con Yoli, y al andén uno, junto a miles de Dutchs ebrios a sacarme fotos, cagarme de risa y pasar los ultimos minutos con toda esa gente que fue mi otra familiaa.
Y SIN AVISAR, EL TREN LLEGÓ.
Y yo me subí al tren mientras abrzaba a todo el mundo, gritaba, y justo justo una banda empezaba a toar una típica cancióon dutch. Tiré mis valijas en el vagón de carga y me paré en el medio de la puerta. Y arrib del tren les di un última miarada a todo, una última mirada a todos, para acordármelos así , para no olidarme y para convencerme que realmente estuve ahí.
Y las puertas del tren se cerraron...y yo estaba del otro lado, y los vi correr el tren, y no los vi más...Y LA PHILIPS, EL ESTADIO DEL PSV, Y LA FÁBRICA, y chau...
domingo, 21 de febrero de 2010
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